Con esta categórica frase ha definido Richard Stallman, presidente de la Free Software Foundation el problema que puede suponer la aprobación definitiva en el Parlamento Europeo de las patentes de software.
Esta frase define claramente lo que puede pasarnos a los que nos dedicamos a la programación, si esta ley se lleva finalmente a cabo. Ahora en lugar de tener un manual de referencia del lenguaje de programación con el que estás trabajando, necesitaremos también un extracto actualizado de todas las patentes de software. Las empresas informáticas que patenten, ampliarán sus plantillas con el fin de cazar al pobre infractor.