Cuando decidimos emigrar a Inglaterra allá por Octubre del 2012 una de las preocupaciones que nos vinieron a la mente fue que pasaría contigo en los veranos si nosotros no podíamos acogerte.
No sin realizar muchos esfuerzos personales y profesionales, pudiste estar con nosotros en los veranos de 2013 y 2014, pero este año 2015 nos iba a ser imposible, puesto que como sabes, nuestra casa está alquilada y todo iba a ser muy complicado, así que, con mucho dolor, decidimos que fueras con otra familia.
Confiábamos en que la familia que te acogiera nos dejara pasar contigo el mayor tiempo posible, sabiendo de antemano que ese tiempo siempre sería menor que el que realmente quisiéramos. Pero eso no ha sido así y el tiempo que hemos podido pasar contigo este verano se ha reducido a poco más de 7 horas.
Ni siquiera has podido ver a nuestros padres que te trataron como su nieto, a nuestros sobrinos que pensaban que eras su primo o a tus amigos de la urbanización en San Vicente con los que tan bien lo pasaste en los últimos 4 veranos.
La familia ha entendido que sería contraproducente si te dejaban pasar con nosotros unos días, porque la vuelta con ellos sería muy dura y que lo mejor era que sólo pasáramos 7 horas. Esta decisión se ha basado sin duda en la persona encargada del programa de Vacaciones en paz de la Asociación Dajla de San Vicente Ainhoa Pérez.
En Marzo de 2015 le comunicamos a Ainhoa Pérez que lamentablemente este año no podríamos acogerte y que había buscar otra familia para que se hiciera cargo de ti, pero que al mismo tiempo nos gustaría pasar unos días contigo cuando bajáramos a España, para poder despedirnos de ti convenientemente puesto que éste ha sido tu último año. En esa conversación, ella misma me indicaba que haría todo lo posible para que la familia nos dejara estar contigo unos días.
Todo quedó así hasta que a principios de Junio, nos pusimos en contacto con Ainhoa vía Whatsapp para conocer en que familia ibas a estar para saber donde ibas a estar estos dos meses. Sin embargo, todo eran largas y en ningún momento nos quiso dar ningún detalle de la familia en cuestión, hasta que un día nos dijo que estarías con una familia de Cocentaina y que tenían una casa de verano en Oliva, a más de una hora de San Vicente del Raspeig. ¿No había una familia más cercana a San Vicente? Posiblemente no, las familias acogedoras no abundan, pero eso nos hizo empezar a dudar de la situación.
En ese momento formábamos parte del grupo de Whatsapp de familias acogedoras y el mismo día de tu llegada, viernes 3 de Julio, la mujer que te acogió este año subió una foto tuya al grupo, con lo que ya teníamos su contacto. Aún así decidimos esperar un par de días para contactar con ellos, cosa que sucedió el domingo 5 de Julio. Tras una primera charla de un par de minutos con el marido (la llamada se cortó), nos dimos cuenta de que algo realmente malo estaba pasando. Pasados 10 minutos volvimos a intentar la llamada y esta vez ya lo cogió la mujer, María, quien nos explicó de forma muy clara que de ninguna forma Omar iba a pasar con nosotros una sola noche, en parte apoyada por Ainhoa Pérez. En esa misma llamada, le pedimos que reconsiderara la decisión porque te queremos mucho y nos gustaría pasar contigo unos días antes de la despedida final. Dos horas después de esta llamada, ya no estábamos en el grupo de Whatsapp. Ainhoa Pérez nos había eliminado sin darnos ninguna explicación.
Afortunadamente y previendo la situación, un par de semanas antes nos habíamos guardado todos los contactos de ese mismo grupo, por si tuviéramos que informar de esta situación al resto de familias acogedoras y ponerlos al día de lo que Ainhoa Pérez es capaz de hacer. A Ainhoa Pérez no le importan los niños, ni como se sientan, ni las familias acogedoras, simplemente le importa poder seguir teniendo el poder y sentir que las familias acogedoras tienen que hacer lo que ella diga para poder seguir viendo a sus hijos. Eso es lo único que realmente a ella le importa.
Imagino Omar que nunca vas a poder leer este artículo pero si algún día lo lees, espero que no pensaras nunca que este verano de 2015 no hemos querido saber nada de ti. Nada más lejos de la realidad. Siempre hemos querido estar el mayor tiempo posible contigo, pero tanto la familia que te ha acogido este año como especialmente la encargada de la asociación Dajla, Ainhoa Pérez, no nos lo ha permitido y es algo que nunca le vamos a perdonar. Nos ha hecho mucho daño.
Dicho todo esto, queremos dejar claro que no tenemos nada en contra de la Asociación Dajla de San Vicente del Raspeig, de la que pensamos que desarrollan una labor encomiable no solo durante los meses de verano sino durante todo el año y en especial queremos agradecer a Rosa y Alberto toda la ayuda que nos han prestado durante estos años.
Este post simplemente pretende ser una vía de escape para lo mal que lo hemos pasado este verano con respecto a esta situación e informar al resto de familias acogedoras pertenecientes a la asociación Dajla de San Vicente del Raspeig con quien están tratando.
Y un último consejo, sobre todo para los nuevos papas acogedores, Ainhoa os dirá que no podéis ir al aeropuerto a despediros de vuestro hijo, no le hagáis caso, pasad de ella, haced lo que os pida el corazón y si queréis ir al aeropuerto para estar dos horas más con vuestro hijo, id, no os cortéis. Nosotros nunca lo hicimos y cada vez nos arrepentimos más de no haberlo hecho y no haber seguido lo que nos dictaba el corazón.